sábado, 10 de octubre de 2009

LOS SABERES DE MIS ESTUDIANTES


Para conocer estos aspectos de mis alumnos apliqué una encuesta a un grupo de 21 alumnos del 3er semestre en una comunidad rural del municipio de Celaya, de un nivel económico bajo. Se trata de un bachillerato del sistema SABES, en las instalaciones no se cuenta con acceso a Internet y en la comunidad existen dos cibercafés, sólo 6 de los 21 alumnos cuentan con una computadora en su domicilio pero sin acceso a Internet.

En la mayoría de los casos el uso de Internet es solo como reservorio ya que el total de alumnos mencionó que lo utilizan para bajar videos, música, fotos e imágenes y buscar información y en este último caso es sólo cuando cuando se les ha pedido como tarea, lo cual no es muy frecuente. Solo un alumno menciona que lo usa para entrar a redes sociales, como espacio social la utilidad que le dan es solo chatear y el fin en este caso es conocer gente y amigos, ninguno lo usa como un medio para enviar ni recibir información, ninguno a comprado ni vendido algo a través de Internet. Mencionan los alumnos desconocer mucho del uso de una computadora principalmente como herramienta básica y como medio informativo y participativo.

Los conocimientos que los alumnos tienen pueden ser útiles en el aula y los podemos aprovechar utilizándolos para hacer más atractivos y accesibles los contenidos, considero en lo particular que debo empezar por familiarizar a los jóvenes con el uso del equipo ya que no todos poseen habilidades sobre el uso adecuado del equipo. Como no hay acceso a Internet en la mayoría de las escuelas donde trabajo, puedo organizar a los alumnos por grupos y pedirles algún trabajo de manera colaborativa y que tengan que acudir a donde haya acceso a la red. En caso de que la escuela cuente con infraestructura brindar un espacio y acompañamiento para que puedan trabajar; se puede solicitar que investiguen en la red sobre algún tema y que su investigación pueda incluir textos, imágenes y/o videos; cada alumno debe tener un e mail activo y que reciban información e instrucciones de parte de la escuela, maestros y compañeros y que también puedan entregar algunos trabajos vía correo electrónico; Como maestros podemos crear un blog o página, puede ser por materia, en la que los alumnos encuentren información relacionada, ejercicios, actividades, foros sobre tema de interés y donde se fomente el debate, etc.; Los alumnos pueden crear su propio blog donde puedan compartir pasatiempos, intereses, opiniones, y puedan interactuar con con otros jóvenes del mismo nivel educativo, etc.

Como mencioné va a ser necesario primero que los alumnos, y maestros por supuesto, podamos ir cambiando nuestros esquemas y conocer a mayor profundidad las ventajas y usos de Internet, confieso que desconozco muchas de sus posibilidades y puedo por esto estar perdiéndome de usar un importante recurso, como es el uso de este blog. Como maestros debemos hacernos de los conocimientos y como ya se mencionó podemos aprovechar a los alumnos aventajados en esto y a los maestros de informática que pueda haber en nuestro centro de trabajo. Me parece que en el caso de los alumnos puede ser de utilidad el trabajo en grupos utilizando la modalidad de trabajo colaborativo y teniendo cuidado que en los grupos pueda haber alumnos que tengan habilidades en el uso de la computadora e Internet que puedan compartir con sus compañeros. En cuanto a los momentos donde se puede aprender, puede ser en los espacios de la materia de informática o generar espacios para que los jóvenes puedan trabajar, ya sea que se cuente con una infraestructura adecuada en la misma escuela o tengan que acudir a algún lugar donde haya el servicio.

El poder trabajar utilizando estas nuevas modalidades, el poder relacionar los contenidos con aspectos que a los jóvenes les resultan atractivos como son la música, los videos, las imágenes, el sentirse no solo usuario y receptor si no creador al poder aportar alguna creación personal o difundir una idea en un espacio virtual sabiendo que lo que ellos escriban puede ser leído por muchos y no sólo ojeado por el maestro pueden ser una muy buena motivación. En el medio educativo ya no se puede ser sólo espectador de estas nuevas tecnologías, por suerte y ahora necesariamente tenemos que ser actores.

Gracias por sus comentarios

Rigoberto Rodríguez Montoya

viernes, 9 de octubre de 2009

¿CÓMO PERCIBO MI DOCENCIA?

De entrada asumo que no me siento del todo docente y en realidad mi función en la escuela no está definida como tal. Mi puesto es Asesor Psicopedagógico y mis funciones dentro del sistema educativo donde trabajo son; impartir una materia en el último semestre, trabajar con los grupos a manera de taller distintos temas (autoestima, sexualidad, vocación, etc.), apoyar a los alumnos en asesorías y orientaciones individuales, entre otras cosas. Lo que si asumo es que la docencia es una parte importante en mi trabajo

Al inicio de cada semestre elaboro mi planeación didáctica de modo que ya tengo un plan detallado en cuanto a trabajo con grupos para cada día; previo a cada sesión repaso el tema, reviso lo planeado; carta descriptiva y material. Cada carta descriptiva detalla la actividad; objetivos, contenidos, actividades, material y tiempo, para el desarrollo de la clase se detalla inducción, introducción, desarrollo, actividad o actividades y cierre (conclusiones).
Cada día de la semana trabajo con grupos diferentes de modo que yo mismo adopto actitudes diferentes y mi plan se tiene que adaptar también. Cada sesión se inicia con reglas de puntualidad, uniforme, acomodo de butacas, etc. (cada día estoy en centros educativos diferentes y me he de adaptar a las reglas de cada lugar), saludo al grupo y permito que me saluden, aunque me cuesta trabajo trato de conocer y aprender los nombres de todos los alumnos y siempre dirigirme a ellos de esta manera, incluso en el pase de lista. Creo que por el tipo de temas que imparto tengo bastante libertad para trabajar así que puedo iniciar la inducción de la sesión con algo como un cuento, una canción, un chiste, una frase…, presento el objetivo de la clase procurando que quede claro para todos; al trabajar en la modalidad de taller puede haber una parte expositiva y trabajar con los alumnos técnicas, dinámicas, actividades individuales o grupales( aunque en el sistema educativo para el cual laboro se esta implementando el trabajo cooperativo en el aula, no siempre lo aplico) y esto dependerá de lo planeado y el plan dependerá del tema, grupo y momento.
En las actividades busco principalmente que el alumno participe, reflexione, opine, comente y trato de tomar en cuenta y agradecer cada participación; esto es una parte difícil para mi ya que muchos alumnos no quieren participar y habrá que alentarlos y otros preferiría que no participaran, pero he de ser tolerante. En cada momento procuro y mas bien creo que no lo puedo evitar, estar atento al lenguaje corporal, las actitudes de los alumnos y las mías, si percibo algo que no me es grato lo comento, digo lo que estoy sintiendo; “percibo desinterés”, “noto que están cansados”, “estoy molesto”, “ no me gusta que…”, creo que eso me ha funcionado bastante bien en el manejo de los grupos ya que a veces tengo que negociar y esto me lo facilita.
Para el cierre de la sesión, de igual manera según lo planeado, puede ser que algún o algunos alumnos den la conclusión o hagan una recapitulación de lo visto entre muchas opciones. Es posible que a veces pida opinión de los alumnos sobre la sesión de ese día y los jóvenes suelen ser muy sinceros y con eso quiero decir que no son complacientes.

Fuera del salón de clase tengo otras actividades, con papás, con maestros, pero trato en lo posible de acercarme a los alumnos, conocerlos más, eso ayuda a mi trabajo como psicopedagogo dentro de la escuela, para mi es importante esta parte, conocer al otro y permitir que me conozcan (con la debida y sana distancia).

Al final de cada día, cuando termina la jornada, quizá en mi papel de psicólogo, trato de percibir como me siento y hay días en que me siento de los más satisfecho y complacido con el resultado y otros donde lo único que siento es frustración, pero por más grande que ésta sea nunca he pensado en dejar de hacer lo que hago. Si con lo que hago busco que los alumnos crezcan, con las experiencias de todos los días yo también debo crecer.


Rigoberto Rodríguez Montoya



MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA

Mientras estudiaba la carrera de Psicología Educativa participaba como voluntario en Centro de Integración Juvenil en el área de prevención y como instructor en de secundaria abierta en INEA, esto es importante para mi ya que fue mi primer acercamiento al trabajo con grupos, ser maestro era algo que no estaba en mis planes y aun así al terminar la carrera acepté cubrir a una amiga en sus clases en preparatoria y universidad, y si bien en esa época no era un buen maestro si traté de ser un buen alumno y aprender de la experiencia, dos años después de haber egresado solicito ingresar al sistema donde trabajo actualmente (nivel bachillerato), el puesto era como maestro frente a grupo impartiendo varias materias, lo pensé en ese momento como algo temporal, me vi de pronto frente a un grupo impartiendo todas las materias de 3er semestre de bachillerato y haciendo labores administrativos; inscripciones, cobros, promoción, cien veces me pregunté; ¿qué hago aquí?, ¿cómo enseñar lo que ni yo mismo se?, a punto estuve de dejarlo pero las deudas me convencieron de quedarme y decidí asumirlo como un reto, después de un año y mucho esfuerzo lo que no era mi vocación se convierte en una pasión y en especial el grupo con el que trabajé ese ciclo me hizo descubrir el encanto de enseñar y como lo entiendo ahora, de acompañar al otro en su crecimiento. Un año después se crea el Departamento Psicopedagógico tengo la oportunidad de cambiar de puesto lo que me daba la posibilidad de poder enfocarme a mi área, llevo en esto casi 11 años y sigo aprendiendo, sorprendiéndome y a veces dudando.

En cuanto a que significa para mi ser docente creo que soy lo que hago y ello resignifica mi vida; en principio me obliga a ser coherente en el hacer, en el decir y casi hasta en el pensar, me asusta imaginar que puedo ser modelo o ejemplo para alguien y digo me asusta porque no quiero ser modelo de lo que no se hace ni mal ejemplo, pienso en mis maestro de escuela y tengo de ambos casos; por otro lado, otra manera en que se resignifica mi vida con la docencia es en las personas con las que convivo todos los días, los temas que hablo y escucho, los libros que leo, las cosas que debo aprender, los papeles que hay en mi escritorio, gran parte de mi existencia gira en torno a la esuela hasta volverse una parte de mi, la docencia me ha hecho SER y por ahora no quiero ser otra cosa. Por supuesto que algo que ayuda a lo anterior es sentirse satisfecho (a mi me gusta decir feliz) y algo que me satisface enormemente es poder trabajar con otros seres humanos (no desprecio el reconocimiento ni mucho menos el salario), la oportunidad de interactuar con otros en un contexto escolar me parece maravillosa, ayudar y acompañar a otro ser humano a en su educación (en su crecimiento dirían los humanistas) es una responsabilidad enorme pero muy grata. Motivos de insatisfacción tengo muchos; a veces no termino programas, hay situaciones en las que me pierdo y no se manejar, desinterés de los alumnos, bajos resultados y otros más, pero si no tuviera ese sentimiento de insatisfacción talvez no me percataría de esas áreas de oportunidad.

Me cuesta trabajo verme a futuro en lo laboral y no se que pueda pasar en quince años o más, quizá esté haciendo algo diferente, de lo que si estoy seguro es que si sigo trabajando en educación no seré como ahora y no porque ahora sea malo, si no porque creo que tenemos el deber de aprender de cada experiencia, de cada persona y si me llaman maestro o psicólogo, más me vale hacerlo.

En mi trabajo no puedo hacer menos de lo que exigiría a otro si estuviera del lado contrario.

Psic. Rigoberto Rodríguez Montoya